Era uno de esos días, en que está a punto de nevar… Y el aire está cargado de electricidad. Casi puedes oírla, ¿verdad? Y esa bolsa estaba… bailando… conmigo. Como un niño pidiéndome jugar. Durante quince minutos.
Es el día en que descubrí que… existe vida bajo las cosas. Y una fuerza increíblemente benévola que me hacía comprender que no hay razón para tener miedo… Jamás.
El vídeo es una triste excusa, lo sé… Pero me ayuda a recordarlo. Necesito recordarlo.
A veces hay tanta belleza… en el mundo… que siento que no lo aguanto. Y que mi corazón explotara.
1 comentario:
Alguna vez también imaginé que una bolsa volando alto, podía ser algo más que un objeto en el aire producto del impulso del viento.
Me recuerda a la escena del inicio y del cierre de la película "Forrest Gump"; en que aparece una pluma volando cada vez más alto.
A mi juicio, analogía o no, la intención siempre fue la misma: Reflejar la vida de un inocente personaje, por intermedio de una -también- inocente pluma.
Saludos Julio
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